jueves, 1 de julio de 2010

"Crucigramas" Antonio Clavijo Victori.

“Chaval, a ver si sabes ésta: Disposición anticipada, once letras”. No sé si me molestaba más que me llamase así o que me considerara una especie de memorión de los crucigramas.


Pruebe con “providencia”, podría ser.

“¡Bravo! Ya sabía yo que hacía bien en contratarte.

” No me extraña, puedo encontrar un“expediente perdido”, atender al teléfono, organizar la agenda,

servir de coartada nocturna (“chitón”) y, encima, ayudarle a

resolver los crucigramas.".

Pensaba que tendría un futuro plácido, ascendiendo en el bufete hasta que otro me resolviera a mí los

crucigramas. Tan ensimismado estaba que cuando el jefe me reunió en su despacho y me habló de la crisis, yo le contesté “pruebe con ruina o con vicisitud, son sinónimos”.

"Hogar moderno" Rubén García Pardo.

Me llamo David Morales Policarpo y estoy convencido de que mi tostadora lee a Asimov. Desde su pantalla led me envía mensajes todas las mañanas:

“La tostada está lista”, “Añadir mermelada light” o “Llegas tarde a la oficina”.

Hoy dijo: “En la Fortaleza de la Soledad hay que resistir”. Tecleo en Google “Fortaleza de la Soledad” y averiguo que es la casita de hielo de Superman.

¿Está mi tostadora sola? ¿Qué tiene que resistir? ¿Tendrá frío?.

Termino mi desayuno y me marcho al trabajo. Apago la luz de la cocina y al hacerlo, creo percibir que la tostadora centellea con sus luces verdes.

"El soldado persa" Diana Ruiz

El estilizado y valiente soldado persa intentó desentumecer sus adormecidos músculos. Movió sus piernas y sus brazos y comprobó cómo crujía su cuello al girarlo a uno y otro lado. Sus largas y copiosas barbas no habían crecido desde entonces, al igual que la cascada de cabello trenzado que le nacía bajo el casco. Sus ropas estaban intactas pese a la dura batalla en la que había logrado hazañas increíbles, y sus regios brazos asían de nuevo el escudo y la lanza. Avanzó paso al frente y observó...
 Pero no le gustó el mundo que tenía ante sí y volvió a introducirse en el inmortal bajorrelieve que se alzaba portentosamente en la pared del museo parisino.

"La muñeca cultureta" Miguel Ángel Gayo Sánchez.

Decidí desconectar la batería de litio y acabar con su verborrea. Me acababa de comprar esta unidad de inteligencia artificial en la feria de los singles, un robot de aspecto humanoide de última generación. Por supuesto, entre las diferentes opciones me decanté por el acabado femenino.

Recuerdo que el vendedor insistió en las capacidades intelectuales del prototipo, aunque la verdad, a mí me fascinó su aspecto de tía calentorra. Según el manual, después de una charlita cultureta se pondría a funcionar en plan sexy matador. ¡Pero dos horas en calzoncillos escuchando recitar el poema de Gilgamesh puede con cualquiera!
 Por cierto, ¿alguien sabe cuándo muere Enkidú?

"Fases" Tibiabín Hernández Hernández

Un rumor de alas y picos pasó zumbando por un oscuro callejón. La Muerte llegó meditabunda al bar de la esquina. Con una parsimoniosa lentitud se sentó en un desgastado taburete. Alzó la cabeza y pidió una cerveza.


“Otra mujer hermosa…” pensó mientras recordaba a la última víctima de su agonizante jornada. Encendió un cigarrillo y aspiró el humo…cerró los ojos. Sin duda alguna disfrutaba del momento. En ese preciso instante el camarero sacó una jarra y vertió en ella el espumoso líquido. Los dedos corrompidos del andrajoso ser se cerraron en torno a la jarra. La defunción personificada tragó incesantemente el turbio contenido. Tras hacer esto, la Muerte susurró:

-Esto…sí que es vida.